jueves, 24 de diciembre de 2020

Saluda. Fortuna, y soplen para ti vientos que se lleven los problemas, y a los idiotas también. Vale.


Señores, buenas --vamos a ahorrarnos la tramoya del lenguaje inclusivo--. Sabes, yo estoy bien, dentro de lo que me cabe, y a ti, te veo extrañado y confinado.

Bueno, toma este artefacto a modo felicitación, anda.


             Es Navidad ¡Qué se le va hacer!...


                todo está al revés, ya lo ves...
       --aunque al que antes le olían los pies,
                          ahora también--.


            ...sabes que no puedo ir a verte...


            ...sigo encerrado, y tú, oootra vez..



       ...ha sido un largo camino hasta aquí...



...pero anuncia ya un instrumento con su tilín...



                      ...que al final, el túnel...
                     ...es un simple agujero...



    ...y yo te tengo en mi recuerdo, y espero...



                 ...que esta serpiente sea...
      un puente que salve un río sin barquero...



           ...lo mejor para ti será si deletreas                      MEJOR,  YA ESTOY MUCHO MEJOR..
     ... y que digas: "lo que creo es mi credo"...

                       y más que obsequios
                 ...procura, si no eres inglés...
                    ...puchar a base de bien...
                     ...jamar caliente porque el fuego
                        fue un gran invento...
                   ...y si duermes despierto...
                    ...sueña que se acaba la pandemia                           también
                   y haz el favor, compañero
                    no estires la patilla...
                   y dale óleo al lienzo.
                               
                                ...un beso...
                                 de
                                 Nemo.


Fotografías: Markus Lieben.
Tiestos: Nemo.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Una calle de Jaca. Combinaciones, variaciones y permutaciones de una calle. Iteración de ene elementos viarios tomados al capricho del autor, y que tienden al infinito del callejero. Contiene: Un tiesto discreto y matemático y "Un epílogo de muerte".

                                        I


                                        II


                                       III


                                       IV


                                        V


                                        VI


                                        VII


                                       VIII


                                         IX


                                        X


                                       XI


                                       XII


                                      XIII


                                      XIV


Dibujos y pinturas: Nemo.
Fotografías: Markus Lieben.
Texto y tiesto: Nemo.
Localización: una calle de Jaca, Huesca, Aragón.

Tiesto discreto.

Tiesto discreto y nada romántico pero, tan matemático él que antes debes contar hasta tres. ¡A la de una, a la de dos y ... a la de ...!

Este tiesto es sólo para flipados de las ciencias, que no de las letras, éstos, están disculpados pero son culpables por omisión, por no leerlo, siendo el texto un rebaño de sus queridas letras necesitadas de un pastor, que podría ser cualquiera de ellos, uno de los negacionistas numéricos.

En el ámbito de las Matemáticas Discretas --tan recatadas ellas que se ocultan tras visillos de teoremas y celosías de conjuntos finitos-- está, digo, la Combinatoria Enumerativa, el Teorema de los Cuatro Colores, el estrámbotico Número de Fibonacci o la siempre imperativa Teoría del Orden. Ésta última te dirá algo así: "Tomadas las fotos del ínclito Markus Lieben a propósito de dibujos y pinturas de Nemo, se puede afirmar que forman un conjunto de pinturas-fotografías, ordenado, finito e infinito a la vez."
¿Qué, te he perdido ya? Sigo.

Acaso también intentes obtener una fórmula asintótica que explique la combinación de elementos de las pinturas, pues que sepas que, sin saberlo quizá, estés usando una Combinación Analítica --que no se entere Poincaré, es más, ni se te ocurra usar su número porque tiene un carácter de mil demonios--.

Y ya, lo que tienes antes tus ojos --o anteojos que la edad no perdona-- es matemáticamente, un Conjunto Discreto obra de un recatado autor, que, aunque parece finito es infinito, y aún en este último caso, a pesar de ser aparentemente una paradoja, es enumerable.
Su mesura y prudencia a la hora de mostrarse es un modelo de vida con valores éticos que puedes encontrar en el relato de vida de muchos santos, varones que a estas alturas quizá ya no sean referencia, pero son pasado, y éste, lo sabes perfectamente, determina, más de lo que estamos dispuestos a admitir, nuestro presente. La guinda del futuro ya la pones tú si sigues con este peregrino y meníngeo discurso que me he aliviado, porque me ha parecido oír: --¡Cállate, anda que calladito estás más guapo!--. Ya me enteraré yo quién ha sido el mal pagado.

No sé si me explico ¡copón!

¿A qué es más sencillo ver los dibujos, las pinturas, y no hacerse preguntas?
A propósito de preguntas ¿Cuál de las pinturas te gusta? Una, ninguna, me prefieres callado porque así no te molestas, dime, decide, soy todo números romanos.

Incluso tu silencio, no es administrativo, ni voto religioso, es, a tu pesar, declaración de albedrío silente, soberano e independiente.

Nemo.



Un epílogo de muerte.


Aparte de la faena que te hago al mostrarte primero el epílogo de la obra -¡Qué ya tiene huevos la cosa! Y lo sé. Ten en cuenta que en el prólogo se reseñará el final de la historia -todo al revés-, y a lo largo de la novela, pues siguiendo esta retorcida y anacrónica lógica, aparecerán acontecimientos que acaso nada tengan que ver directamente con ambos, y sin embargo, es una obra que redondea por sí misma situaciones y personajes prescindibles para no entender nada ¡Manda huevos!.

Por otra parte, observa la escena que muestra el dibujo. ¿En qué piensa el anónimo viandante del cuadro, de dónde viene, quién es? ¿Oculta algo? ¿Va o viene? ¿Está relacionado este tipo con lo que acaba de pasar en el foso de la
Ciudadela? ¿O quizás guarda relación él y lo sucedido con las llamadas Aparecidas de San
Juan de la Peña? Si como todo cristo sabe, son las temidas "Filles de la Mort" enviadas a Jacetania por la Mafia Marsellesa a resolver a su manera el embrollo criminal desatado, y de paso ajustarle las cuentas al que se ha descantillado, o mejor dicho, a quien les ha descantillado a ellos alguna cantidad de dinero, más probable me parece esto último.

¿Hay algún plumilla en esta sala multimedia que quiera cubrirse de gloria en su periódico, radio o tele local? Dime algo y te lo cuento, que muero porque lo sepa alguien más, aliviar mi peso de testigo único y dar de comer a mi cartera anémica --la verdad, yo soy más de tirar la piedra y antes de oír el cristal ya estoy en Calatayud, con la Dolores; llámame cobarde y no fiambre-- .
Luego, tras escuchar mi cacareo, allá tú si le vas con el cuento a la policía. No te arriendo las ganancias. Por cierto, si decides chivarte ¿Tienes seguro de decesos? Vamos, el seguro de muertos de toda la vida. Lo digo porque tengo un hermano que trabaja en Seguros Ocaso y te haría precio, además, el otro día me dijo que están en promoción una tanda de nichos en cuarta altura, soleados -tus huesos te lo agradecerán-, con acabados Sátrapa Mausolo que incluyen coloridos frescos en
el interior tipo Ramsés II; están todos orientados a levante, con cubierta a dos aguas de auténtica teja árabe y una pequeña claraboya en el tejado para que veas las estrellas mientras vas tranquilamente al más allá. Tienen garantía de por muerte, yo, la verdad, este concepto no lo he entendido nunca, pero chico, vas a estar divino de la muerte en uno así, seguro, tan seguro como que si vas a la madera a cantarle esta serenata, esta gente te da matarile. Son muy suyos estos franchutes --e hijos de puta, tela--.

¡Ah, copón!, que eres un listillo y opinas que este caso se resuelve, según tú, al poner nombre femenino a la típica incógnita que abre los mecanismos constructivos de las ñoñas novelas negras del siglo pasado: cherchez la 
femme!. ¡Acabáramos! ¡Y un carajo, ni el mismo Dumas se cree eso, mira el desgraciado del foso, copón!
No, perdona, esto es grande, más complejo y nos supera. Créeme, lo que yo sé es importante y si desaparezco, pues ni Dios se enterará de una mierda. La impunidad de los crímenes quedará asegurada con el inescrutable idioma que hablan los cadáveres. Sólo hay un pero: quién conoce del asunto, suele morirse -asistido por las Filles de la Mort- o desaparece en estrañas circunstancias pastoreado, y después tragado, por la fría oscuridad de los túneles abandonados de la Estación Internacional de Canfranc. Ambas cosas ya han sucedido otras veces.

¿Sigues interesado?
¿Sí?
Te espero en Bodegas Langa -Plaza de San Pedro de Jaca- a las 13,00 horas del próximo 27 de Diciembre. A modo de contraseña has de pedir a la camarera una tapa de pulpo con airbag de
espuma. Lo demás corre de mi cuenta. Contactaré contigo. --la cuenta, por cierto, es cosa tuya que estoy tieso--.
 
Adiós.

Nemo. 


domingo, 6 de diciembre de 2020

Almanaque de España dormida.


                        España dormida.

He pensado que es mejor ahorrarles a ustedes el desahogo que acompaña a la pintura. En este tiempo de ovejas y esquiladores no hay hueco para un perro que ladre.

               Nemo.



Pintura: Nemo.
Fotografía: Markus Lieben.
Técnica: acuarela.
Soporte: el reverso de una hoja del calendario del 103, la correspondiente al mes de octubre.
Alegoría compuesta por elementos alusivos, y tomando como base el esbozo de un dibujo de Murillo titulado "Mujer dormida".
Serie Calendario. Octubre.


sábado, 21 de noviembre de 2020

Serie: Norba Caesarina (y II). Contiene la Obertura Española de la Zarzuela de Esmeralda.


Tramo de muralla y la Torre de los Pozos que protejen la Cisterna de San Roque, y son parte del baluarte oriental que defiende el acceso sureste y el angosto cauce del río.
Han leído bien, del río, lo digo por los que habiendo visitado Cáceres, después suelen manifestarse con lástima de que no tenga río; incluso sus actuales habitantes se creen huérfanos de río. Y sin embargo, a los pies del escarpe que guarda la muralla y la torre de la fotografía, discurre, escuálido de aguas, es verdad, la Ribera del Marco, un río. Un pedazo de río que la ciudad perdió hace ya mucho tiempo. Hablando de tiempo, hace no tanto, y durante siglos el Marco movía molinos de aceite, harineros, incluso de chocolate, de éstos, cinco llegó a tener según cuentan. ¿Cómo te has quedado, eh? Es más, había batanes que se movían con sus aguas, tenerías para el tinte de textiles, acequias que regaban en sus márgenes fértiles huertas, lavaderos de ropa, varios, y uno de lana merina. La sobreexplotación que ha sufrido el acuífero del Calerizo hilacha su curso en pespuntes de charcos temerosos de ser vistos por sus avaros bebedores.

Construcción almohade siglo XII sobre sillares romanos.
                                Cáceres.





                          ¿Villa florentina?
                          Podrías afirmarlo.
                          No. Casa Pradilla.
                                 Cáceres.





        Minimalismo arquitectónico cacereño.
                La perfección de lo simple.
                  La belleza de lo ordinario.
        
      Si encuentras este rincón has llegado al           alma de este pueblo. Conten la respiración
   un momento: lo excepcional es lo ordinario.

                                Cáceres.





                              Calle Caleros.

Extramuros, la calle Caleros es la yugular de esta villa que la conecta con La Montaña. Tiene alma de arrabal viejo esta rúa. Del gremio de caleros tomó su nombre. Oculta hoy, su pasado fabril y artesano. Ahora rezuma serenidad viaria de haber aceptado la transformación como parte de su historia. Marcan su fisonomía fachadas humildes vestidas de blanco, con zócalos altos. Discurre lo cotidiano en silencio por ella, y sus vecinos, atentos al tajo, andan y desandan. Y si llueven piedras, aquí como en ningún otro sitio, saben convertirlas en lienzos de cal blanca que como sábanas cubren sus casas de la calle Caleros.

Cáceres.





        Puerta romana del recinto amurallado.
                                 Siglo I.
Doble arco de medio punto, oblícuos ambos y de sillares genuinamente romanos, --igual que el churrigueresco Arco de la Estrella, es sesgado. Se diría que el sesgo es una seña de identidad de los cacereños--.
Cara exterior. Por ella entraba en Norba Caerasarina la calzada conocida como Vía Lata o Vía de la Plata procedente de Augusta Emerita, y a partir del arco interior daba comienzo el cardo romano que cruzaba la ciudad.

Cáceres.





                Horcajo quebrado de calles.

                               Cáceres.





               Rincón de opereta en el moral.

OBERTURA ESPAÑOLA.
--Adagio-Allegro-Troppo imprevedibile--.

Me parece imaginar --y si a usted aún le queda fantasía, imaginación y curiosidad, también puede hacer este ejercicio--, digo que me parece ver bajando la escalera a la cuarterona Esmeralda Heredia, cadencia rítmica de peteneras en el descenso, mano derecha en el cuadril, mirada al tendido doméstico del moral, tez morena y ojos raciales de pintura de Julio Romero de Torres. Remangada, y lucida con un mandil de rojas sandías, joven, bella, sonrisa recién pintada de carmín y continentes ignotos, aún por descubrir. Veo a su padre Raimundo, de profesión tísico, que toma el sol mañanero sentado en el banco, tiene pose de cardenal camarlengo en sede vacante, apoyadas las manos en el asa corvo de su cayado de pastor de almas. Se oye de fondo la voz gritona de Bernarda, la madre de Esmeralda, paya arrabalera y algo rabúa, lista como ella sola, que llama repetidamente a uno de sus churumbeles, al más pequeño, Benjamín,
--¡Beni, Beeeni, cojona!...¡Beeeni ve acá pa'acá, zalandrán...te voy a entender yo, canalla!-- Se escucha en el corral del moral, y todos los actores del cuadro de apertura de esta zarzuela sonríen, saben que el chiquillo se habrá vuelto a esconder para no ir a la escuela. También se ve a un acemilero, ahí está, es Israel --lo ven a la derecha de la corraliza, yo perfectamente-- el mozo de mulas barbilampiño apareja a Verónima y Revenía, las dos mulas luceras con los que se gana la vida. Trae y lleva el sionista de nombre, cántaros de aceite, de leche, aceitunas, paja, ladrillos, higos, castañas, sacos de cal, de piedra calera, lo que se tercie, ahora, le esperan en la Carbonería del Moreno en Camino Llano para llevar unos sacos de picón a casa de un capitán de fusileros que vive y fusila tórtolas, palomas y conejos junto a la plaza de toros que ya es dehesa del municipio, tras el esquileo de la desamortización de Mendizábal. Todos lo saben: Israel se muere por los huesos de Esmeralda, y los de ella, de risa se mueven. En una de las ventanas, doña Paca, la vecina viuda, canta y riega, riega y canta --¿verdad que la escuchas y la ves?-- Vierte agua de la Fuente del Concejo en las macetas, repletas éstas de geranios multicolores y claveles rojo puñalá. Entona una copla la oronda viudona --que es cómo la conoce el vecindario, la viudona--. Es coplera, y hoy, entona a capela con arte de corrala y aire de prima donna, Lola la Piconera. Todos la oyen --el público también, no me digas que tú no, serás el único-- Y entrando en escena por el proscenio, Bienvenido de Briz, Bienve. Llega apretado y tieso, embutido en el uniforme de soldado recién planchado por su tía Luci, charreteras gualdas de flequillo corto, gorra con penacho, correajes en blanco, pechera con su constelación de botones dorados, botas granaderas, patillas de hacha bien afiladas y braceo marcial, pecho alto de palomo buchón y mirada de farero de Finisterre. Pretende a Esmeralda. Israel le mira de reojo y musita una retahíla in crescendo, con su voz de barítono, luego, se oyen las primeras notas de piano que salpican la espectación y el silencio que siempre antecede a los comenzares, e Israel, eso, comienza a cantar "Espanya" del maestro Simón Kualo, trastea en el foso una vihuela melancólica y vocea el hijo de Abraham la letra agorística, ladina, senecista y testamentaria.
Tras la pieza judeoespañola, con letra en ladino, da comienzo el Acto Primero.

ACTO PRIMERO
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"Zarzuela de Esmeralda la de la Judería Vieja"

Libreto: Nemo.


"Amigo, fraguas kastiyos y no kuçiyos".  

                      Nemonio del Xerte.





La puerta te dice quién eres, de dónde vienes.






La vida, aquí, pasa como hace siglos, mejor,  los siglos pasan y la vida sigue aquí.
El devenir dimanante de generaciones gastan su existencia sin escatimar su tiempo como si fuera eterno, y el espacio se vacía, se llena, en un continuo vaivén de vidas, de épocas, de siglos. 

Cáceres.





                          Calleja del moral.

                                 Cáceres.





De las cuatro puertas romanas que cerraban la muralla de Norba Caerasarina, sólo queda una, ésta que ves, la Puerta del Río o Arco del Cristo. Problablemente, por ella accedía la calzada de la Vía de la Plata desde el sureste al recinto defensivo y amurallado.
Siglos después, vio pasar por su ojo de cíclope pétreo, hebreos que trajinaban en el gueto de la Judería Vieja.
Hoy, el apacible barrio de San Antonio se mira en la pátina etérea de la vacuidad de la puerta abierta, desconocida, ignorada, descarnada de mortero, eviscerada en canal por el tiempo, parte de un callejero desierto, umbrío y quebrado y remendado y cosido mil veces, por ejemplo: sobre los cimientos de la sinagoga mandada derruir se alza hoy la ermita de San Antonio.

Cáceres.




               Rincones de la judería vieja.
A partir de una orden real, en el siglo XV, previa a la expulsión de judíos de 1492 sus habitantes hebreos fueron obligados a trasladarse a la Judería Nueva que se ubicó en los alrededores de la Plaza Mayor.

Cáceres.






        Farol a la luz mediada de septiembre.

                               Cáceres.





    Lienzo de la muralla almohade de Cáceres.                                     Siglo XIII.

                                  Cáceres.





Costillas pétreas del callejero medieval cacereño, con la clavícula de la Iglesia que levanta el brazo.

Cáceres.





      Escala y costado del joyero de señoritas.
                  Palacio Luisa de Carvajal.
Tiene un rostro desnudo, áspero y surrealista                               esta fachada.

                               Cáceres.




                              Pasaje noble.

                                  Cáceres.





   El sol esboza con sombras, sobre el lienzo                       tapial, la muralla renacida.

                                Cáceres.



 

     Callejuelas de la judería vieja de Cáceres.






          Guayasamín sostiene a El Brocense.

                                  Cáceres.






                          La Torre y la luna.

                                  Cáceres.


Fotografías: Markus Lieben.
"Obertura española de la Zarzuela de Esmeralda"    de Nemo.
Tiestos: Nemo.
Serie: Norba Casaerina (II).
Localización: Cáceres.