viernes, 22 de febrero de 2019

Quizá merezca la pena. (Contiene una reseña muy personal del Crimen del Calabozo).



                 
                     "La Regla y La Creación".

Por Nemo, variación trasera de la obra de Aline Part, pieza participante en la Exposición Maculadas sin remedio. Antiquarium. Sevilla.





El océano se vacía cerca del Estrecho.





Cai.









La celosa dehesa se esconde detrás del país de sus alcornoques.




Bodegón del Guadiamar.
Sanlúcar la Mayor.
(Sevilla).




Aliviadero o rollar del sediento Guadiamar.





El río Guadiamar olvida el chapapote, el lodazal tóxico.




Bosque de galería.




Galería de bosque.





Pasarela zancuda sobre una laguna dormida.





Río Jerte a su paso por Navaconcejo.
(Cáceres).








Sólo es el reflejo de lo que fue.

*
¿Qué fue?

Desde el Siglo XII los almohades se servían de este lugar para el acopio de material para el importante gremio de alfareros de la ciudad, allí donde abastecerse de su materia prima, la arcilla. Para extraerla escarbaban cuevas en las terrosas orillas del Guadalquivir y construían hornos en el entorno para la cocción de las piezas.

 Pasado el tiempo se construyó una ermita en el paraje, una iglesia después y finalmente un Monasterio de la Orden de los Cartujos.

Fue desnudado de lienzos, de esculturas, exclaustrado y saqueado, y peor que mal llegó a ser Cuartel de Artillería de las tropas francesas en 1.811, durante la invasión napoleónica.

Casa de Vecindad por mor del vaivén revolucionario del Trienio Liberal, de 1.820 a 1.823.

Desamortizado por Mendizábal, llegó a utilizarse hasta como prisión, albergando unos 200 reclusos, por supuesto todos con voto de clausura.

Enajenado también, el destino dibujó un círculo en torno a sus orígenes y se convirtió desde 1.841 en La Fábrica de Loza de Carlos Pickman. La Cartuja.

Actualmente es el CAAC (Centro Andaluz de Arte Contemporáneo).

*
¿Quién recorrió su claustro buscando el camino a Las Indias, quién en su biblioteca trazó la derrota océana hacia un oeste ignoto sobre alguno de sus Portulanos, quién oró con arrobo místico bajo la nervuda cúpula de su iglesia, quién muerto ya para siempre reposó su osamenta, no para la eternidad, si no temporalmente en uno de sus dos hospitalarios panteones, o a quién, aquí, visitaron las musas que inspiraban sus místicos lienzos llenándolos de claroscuros, y quién, quién se dio asiento y descanso en su Hospedería de Gente Principal o en las austeras celdas de los monjes?


*
Cristóbal Colón. Teresa de Jesús. Zurbarán. Carlos V. Felipe II. Felipe IV.


*
¿Allí, qué pasó?

 Crimen del Calabozo.

Tras la riada de 1.626 que anegó por enésima vez sus instalaciones, el prior del Monasterio Cartujo, Diego de Güelvar, decidió trasladar el Monasterio a una parcela que tenía la Orden en los alrededores de San Juan de Aznalfarache. Ocho de los monjes cartujos de esta Comunidad se negaron al desahucio y traslado, quizá oliéndose algún pelotazo urbanístico de la Orden ¡Qué viejas son las arteras mañas de los mandamases! Estos ocho numantinos monjes permanecieron en el Monasterio en contra de lo ordenado por el Prior, entre ellos estaba el diácono Pedro Pabón. Llegada la ocasión propicia, el Prior Don Diego de Güelvar se negó a promocionar al díscolo monje de diácono a presbítero. Una vez tuvo noticia Pedro Pabón del menosprecio de su superior, la ira prendió en su espíritu contemplativo una pira de rencor que le impulsó, el 19 de diciembre de 1.630, a obrar la venganza. Ese día tomó un calabozo de entre los aperos que la Comunidad tenía para podar olivos, y cuando tuvo a su alcance al Prior, le dio matarile a base de tajadas del calabozo, a él y a otro hermano que intentó brindar auxilio a Don Diego. Les repartió, ecuánime, tantas tajadas a uno como al otro, para que ninguno de los dos finados se sintiera inferior en el mérito, ni ninguno de los dos aventajase en agravios de la carne al hermano, una vez puestos, ambos, ante el Altísimo para su juicio divino.
El que sí tuvo un juicio con todos los avíos terrenales fue Pedro Pabón, no faltó el Inquisidor General, el Nuncio del Papa, el Cabildo Catedralicio, Superiores de Órdenes Religiosas, Provisor del Arzobispo, el Abad Sánchez Gordillo, y la Corte Celestial por boca de todos ellos.
Resultado: Cartujos 1- Pedro Pabón 0. Eliminado.
Fue sentenciado a muerte, aunque quizá la intriga eclesiástica, espesa como una ponzoña, propició que le fuese conmutada la pena por reclusión hasta su muerte, acaecida en 1.679.
   

"Es sólo el reflejo de los que aquí fueron".

Monasterio de San María de las Cuevas.
Isla de La Cartuja.
(Sevilla).
*




Declama El Quijote su desvarío, mientras, su sombra vela por el juicio trastornado de su dueño, Don Alonso Quijano.

En un rincón de Cuenca.
(Castilla).



                       Fotos: Markus Lieben.
                       Tiestos: Nemo.

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