domingo, 20 de junio de 2021

Cala. Contiene un agradecimiento disoluto, sin punto


                                     Cala.


Serie Celendario, y VIII. Junio.
Cala, de Nemo.
   --cera/aceite sobre cartulina del 102--.
Localización: Cala Tirant en Menorca.
Fondos de la Fundación Grisgrís en La Ballena. Navaconcejo. Mangurria.
Fotografía: Markus Lieben.


Agradecimiento disoluto, sin punto

Mi agradecimiento sumo a Rnesttatta Hammatta-Hammatta, conseguidor, mecenas ¿Qué decir de Markus Lieben? pues que su disponibilidad y fidelidad es tan proverbial como su ubicuidad.
Inopinado ha de ser el tributo que debo a mis veedores desconocidos de América y Europa, y emotivo, a mi sufridora familia que soporta estoicamente cada domingo mi nueva página puestos los hombros como un micifuz irritado,  mueca senequista y esbozando un bocadillo que dice: ¡Qué se le va a hacer!.
Los Numerus Clausus tienen mi gratitud bien merecida por la largura -que rima con tortura-de su condena, pero a la vez su convalecencia es relativa, pues acostumbran a soslayar,  sabiamente, mis ocurrencias, y economizan esfuerzos tiñosamente, no ya para desentrañarlas, si no simplemente para leerlas o verlas.
Caso aparte es el del PimPam con quien mi deuda ya es eterna, como incondicional fue su aliento. A mis musas he de reconocerles su inspiración y celebrar su promiscuidad conmigo, en fin, ahora que este diario llega a su página 200, avento mi más sincero reconocimiento a todos aquellos que, regular o esporádicamente, leen sus líneas, a los que contemplan silenciosamente sus pinturas a pesar de despertarles, sin duda, ganas de ciscarse en mis mulas, y finalmente, mi aplauso a aquellos que con arrobo místico desenmarañan la selva lírica en la que se convierte de vez en cuando este cuaderno, no menos proceloso que caótico, y que compone, para mí, el autor, un inclasificable manifiesto artístico que pongo a vuestra disposición en las etéreas redes sociales.

¡Ah! y al odiador, sí a ti, te hago un favor dándote con cada entrega, más argumentos. Todo son ventajas. 
¡Celebrémoslo pues!, porque el odio engorda,  acorta la vida, y encima deja mal sabor de boca. Lo dicho, todo son ventajas.

Nemo.

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