domingo, 13 de enero de 2019

Lo posible es suficiente.






Yo, fedatario fulano, me mimeticé entre la variopinta fauna de feligreses que practican la barra fija sin tirar de taburete, sin exigir más factura que la cuenta garabateada a tiza sobre la barra, y lo más importante, sin usar cadenas para moverme pisoteando el movedizo serrín. Y oí lo que Dios me dio a entender en boca de los vocales allí presentes de la L.E.Y (Liga de Expoliadores de Yacimientos), y luego, rellené mentalmente las casillas inaudibles, con pericia adquirida tras años de hacer crucigramas de segunda mano, comprados al peso en rastros de ladrones de palabras políndromas y anagramadas.

Primero me hice ñiquiñaque, luego sueco por parte de padre pero sólo de un oído. Allí un dios bacante me puso la ocasión, y yo, Jesús Ventolera de Muelas -Chuchy Ventolera para los propios- calvo desde los 27 años la peiné al segundo palo, pivoteé con ambas orejas durante la jugada con buen juego de pies en la zona de trasiego, y, supe ganar la posición a sotavento de la espalda del corro de piteros, agazapándome bajo la visera de mi gorra de capitán de falucho. Todo en lo que me tomé un mostillo de Bollullos Par del Condado y una manzanilla en rama de Sanlúcar de Barrameda, con su buena tapa de aliño de zanahorias y un buen puñado de chochos salados, con regusto a entrepierna sudada. Porque sepan ustedes que el infraescrito come en casa siempre, todos los santos días, que si no La Mari luego me empieza a chillar: “-¡Ya no me comes el pushero como antes, sipote; claaaro, te pones cantimploro de porquerías en esas tascas llenas de Cristos guarníos!”- me suele espetar La Mari, otras veces le añade el perejil de algo más, depende del día y el sonrosado de mi pescuezo- “-¡Mañana, mañana  el salmorejo te lo va a hacé er guardia der Realeho, bisho, que eres más malo que er filigrana!-“ -o puede que me obsequie con lo de: “-¡Cucha mamarracho, que estás eclisao por los jaramagos de tus amigotes, esta noche a dormir al escaño de la zalita, que me tienes hasta los zarcillos del galipuche que te traes, armendruco!-“-te lo quería ahorrar tasado  lector, pero no tengo secretos para ti, a veces, mientras se remanga, la doña dice cosas peores, y yo, a trompicones, voy camino del corral a dormir la mona: “-¡Vaya papa traes, empanao, si hocicas te cruso la cara, miajón!”-.

Señoría, en su descargo diré que La Mari es de Venta del Charco, en el Valle de los Pedroches y que pesa 89 kilos en cueros, en una báscula domada que tiene, y el menda es de Umbrete, con su rima en la parte que escuece; no sé si sirve esto de atenuante, si es antideslizante, importante, biodegradable o algo, pero ahí lo llevas, tú sabrás. Yo creo que no sirve de nada. Stop.


 Fragmento de "Lo posible es suficiente" del tándem: Nemo y Rnestatta Hammatta-Hammatta.

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