domingo, 16 de diciembre de 2018

Instantes fotosensibles.



                 
             ¿Quién sabe el sexo de los Ángeles?             
      A saber. Lo que se puede decir es que tienen sombra.
     Véase: Sombra de Angelote de Alón proyectada sobre una casa de Alanís.

   Sierra Norte. Sevilla.





Capricho otoñal.





Óculo serrano.
(Sierra de Aracena. Huelva).





Avenida peatonal, ascendente  en verano, descendente con las lluvias de invierno. Alcoutim.
(Algarve. Portugal).





Chorrera estival en el Charco del Tomate.
Cabezuela del Valle (Cáceres).





Donde habita el silencio.
Pinar en La Dehesa de Abajo (Sevilla).





Girasoles con el agua al cuello.
Dehesa de Abajo.






Laguna crecedera.





Los ojos de un molino del río Guadaira, vistos desde sus muelas.





V. Vincire.

En el transcurso de la Guerra de los 100 años, precisamente en los prolegómenos de la Batalla de Agincourt que enfrentó a ingleses y franceses, entre las huestes francesas, se difundió y popularizó la amenaza a los arqueros enemigos de cortarlos el dedo índice y corazón, imprescindibles para éstos a la hora de tensar y disparar el temible arco de largo inglés. Tras la batalla, ganada por los ingleses, los arqueros, victoriosos, mostraron los dos dedos en alto como símbolo de victoria. Este castaño lo sabe, y orgulloso, hace el gesto para que el viento al anudarse a su tronco, silbe su triunfo sobre los avatares del tiempo.





El jabeguero tira desde tierra del cabo de su arte preñada de sardinas: -¡Aahh! ¡Mmm!...
Conil de la Frontera (Cádiz).


Fotos:©Markus Lieben.
Tiestos:©Nemo.

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