Poenemas de soñar despierto.
Entonces.
Fue entonces, sí
cuando la merindad de su pecho
recortó amaneceres
en la luna turca de su sonrisa
y el hilo de mi mirada
le cosió suspiros
de oscuridad en los párpados
entonces fue, y no luego
cuando el salitre de mis besos
cubrió de azogue su hiato,
y la sinalefa de sus piernas
exudó perlas marinas,
entonces, sólo entonces
su sexo tuvo valor eviterno.
Nemo.
Fotografía:
Markus Lieben.
Fontana del Nettuno.
Bolonia. Italia.
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