sábado, 22 de septiembre de 2018

Camino. Año III. Y 4.




El moscardón discreto, la bota pendona y
el mojón paciente.





El caminante vislumbra El Olimpo.
(La Grajera, Logroño).





Simetría natural. Muertes paralelas.





Grafiti anónimo.
Petroglifo Monasterio de Suso.
(San Millán de la Cogolla).





Lo que no ves te lo enseño.

Monasterio Santa María la Real.
Nájera (La Rioja).





Campo de túmulos pétreos.
(En algún lugar del Camino Francés).





Desde una mota a orillas del río Gea impone la mole de la Iglesia de San Miguel Arcángel.
S.XII. Estella (Navarra).





Fuente de lobos.





Una amapola se asoma a ver lo verde que está su era.




 

Impedimenta andariega.



Fotos: ©Markus Lieben.
Tiestos: ©Nemoluengo de Niente.


martes, 11 de septiembre de 2018

Pasatiempo geométrico, entre sandunguero y soso, solamente de una foto.



Halla en la fotografía, si tienes lo que hay que tener, los numerosos elementos geométricos trasladados al mundo real desde la pura teoría matemática. Que yo vea, y soy de Letras, hay líneas paralelas, onduladas, verticales, inclinadas, rectas, oblicuas, perpendiculares y qué sé yo que más, pero desde mi osada impericia creo ver también àngulos obtusos, adyacentes, complementarios, desde luego hay alguno agudo y recto tal vez. Por descontado, encontrarás la plasmación física de varios polígonos regulares e irregulares: algún triángulo isósceles y escaleno, equilátero creo que no pero no te fíes, porque en el Bachillerato siempre me quedaron para Septiembre las Matemáticas; puedo asegurar que en ocasiones veo cuadriláteros trapezoidales y toda su ralea de paralelogramos cuadrados, romboidales, adivino, ahí mismo, un rombo que no siente las piernas, et cétera. Por cierto, hasta la bandera enseña, sin pudor, la filiación geométrica de lo que representa. Escondidos, mimetizados, hay algunos polígonos irregulares cada uno de su padre y de su madre. E Incluso, el ladino pavimento esconde un masaico de cuadrados, creo, (dale al zum por si acaso).
Eso es todo, ya ves que no te pido la luna, ni que me halles el área o el volumen de algo, no, ni calcular ángulos, ¡menuda castaña! ni mucho menos trazar la bisectriz o señalarme con el dedo la apotema más discreta de un polígono de pueblo, qué va, sólo que me digas lo que ves y ya.

P.D. El que encuentre, no ya un ovoide si no un círculo, se lo regalo.



Callejero de Sanlúcar de Guadiana (Huelva).


Digresión única y transitoria:

Perdonad, pero no puedo dejar de echarle a la fotografía una mirada idealista, platónica, y yo veo: una representación bidimensional del mundo sensible, de la que mi sentido de la vista tan sólo logra darme sensaciones de sombras correspondientes a unos objetos, y éstos, son el reflejo imperfecto de sus equivalentes Ideas, y claro, éstas se encuentran en su propio Universo, el Mundo de las Ideas, que como ya te imaginas, es la única realidad eterna, estable, armónica y perfecta, allí donde el hombre encuentra la virtud y la felicidad.

Foto: ©Markus Lieben.
Autor: © Nemótico El Oscuro casi Negro.


sábado, 1 de septiembre de 2018

Divagaciones sin fundamento ni sentido.





Caminar, todos lo sabemos, es sencillo, sólo requiere la voluntad de hacerlo. Estamos tan acostumbrados a andar que habitualmente lo hacemos inconscientemente, mientras, los vapores de nuestros pensamientos se ocupan de esbozar cifras, rememorar conversaciones, saborear recuerdos, arquear enumeraciones u otros discursos lógicos o mentales, y al mismo tiempo, imperceptiblemente, salvo que seas cojitranco que require consciencia, los pies por su cuenta te trasladan a donde quieres o hasta el punto exacto que el instinto decide como límite seguro. Así es y es de Perogrullo.

Mientras te mueves, también lo hace el paisaje y el paisanaje de libre designación que con el albedrío propio, o el de la mujer de cada cual,  te mueve como peón, a demanda propia o ajena; cuentan también como meritorios los figurantes de cometida municipal que siembra a voleo el Ayuntamiento por las calles ¡Ay, Empresas Municipales! nidos de amiguetes que por mor de la sagrada Ley de la Volubilidad del Mandamás del Taifa Local, evacua por el tracto politicoide de su caprichoso dedo la fortuna de no pocos afectos, esta tradición es heredera de la muy ibérica Ley de Cesantías, decimonónica y obsolescente que popularizó el axioma permutativo "Quítate que me pongo yo", y prima hermana de nuestro acervo jurisprudencial con estirpe nepotista, oligarca y populista radical, tan amargamente nuestra como aquélla otra legislación del imaginario carpetovetónico conocida como Ley Tácita de Dilación Ibérica que Larra señaló por su lema, no menos ibérico  "Vuelva usted mañana" y que junto a otra más, conocida también por su lema "Que inventen ellos", forman una de las Vetustas Trinidades Consuetudinarias del
Ruedo Ibérico, todas ellas con rancia tradición en todas las épocas históricas de la Península Ibérica.

Además, sin oírlo, tu tiempo avanza contigo e inexorablemente se consume en las silentes brasas de cada pisada. Dejas, tras tu paso, una estela de aire que garabatea tu fugacidad, y sobre la tierra húmeda si es el caso más poético, tu rastro, tus huellas incisas, escritas en el pergamino térreo del camino tantas veces hoyado a lo largo de la historia de la humanidad. Las próximas lluvias, el viento, el incesante tránsito de otros andantes desdibujarán esa marca única de tu paso hasta hacerla desaparecer, y ya nadie sabrá de tu anodino deambular. Con los años, los siglos, las épocas sucesivas, las eras geológicas ciclópeas en tiempo, te borrarán de su anaquel sin dejar indicios de tu paseo, serás un alien, un nemo histórico, un resto antropológico o arqueológico si escupiste al borde de la senda un chicle preñado de ADN que alguien considerará una reliquia fósil de un antepasado.

Y ahora, dime tú que eres trascendente, que tu obra, tus andares son dignos de ser recordados ¿Por qué? ¿Abriste un nuevo camino sobre tierras ignotas? ¿Has hecho algo relevante? ¿Planteaste una inapelable teoría matemática? ¿Inventaste algún artilugio que las próximas generaciones te agradezcan? ¿Acaso hiciste sonreír a tus semejantes? ¿Salvaste vidas o al menos mejorastes en algo el tránsito vital de alguien? No sé, ¿al menos te dedicas a la fotografía artística como Floro del Monte?(Florodelmonte.blogspot.com) Di algo, que te escuche.

Si camino del Final lastimaste el alma o el caparazón a otro andante, menos memorable serás. Quizá no merezcas ser recordado.

Al caminar eres espectador de montañas gastadas que menguan en gallardía si les llueve, si les rasura su horizonte el viento o el aliento gélido de la helada. Al avanzar en tu derrota hacia el abismo de la nada acompañas en plano-secuencia a las aguas deterministas de ríos incesantes que serpentean los pagos que aras al arrastrar los pies. La marejada del cereal, los días de temporal, flamea tu paso como el de cualquier caballero errante. Los curiosos girasoles contemplan impacientes tu crepuscular ocaso. En otoño, una lluvia de hojas caducas abriga la tierra desnuda del sendero pisoteado por ti, y por otros antes que tú.

La dignidad de tu derrota de través depende sólo de ti, es un bien inherente a la capacidad propia de hacer tu tránsito virtuoso, a pesar de los incontables yerros y de que tu andar funánbulo haya sido cómodo, si usastes Caminos Reales, corto, si te perdistes en atajos mentirosos, o largo, por la amistad empalagosa de la enfermedad; pudo ser también épico, si elegistes hacer de tu vida una epopeya contra el mal, la injusticia o la sinrazón; angosto y estrecho habrá sido si caminastes por cañadas y sendas de bestias con arboladura de asta en todo lo alto (por la gracia de tu señora);  será recoleto tu trasiego si escogistes caminos vecinales y rectas e incómodas tus vicisitudes si tomaste un camino de hierro. Para más detalle recomiendo, ahí a lo bruto, unas lecturas: primero El Quijote, y luego ya si te quedan arrestos pues algunos de los libros de viajes de Cristóbal Colón, el de Marco Polo es una opción (aunque yo no lo he leído), por descontado avalo la lectura de la Odisea de Homero, Miguel Strogoff o 20.000 leguas de viaje submarino de Verne; por supuesto también algún atildado libro de viajes de los repipis ingleses del siglo XIX, uno de Lord Carnarvon, bueno, y puestos, alguna de las grandes novelitas de Joaquín Estefanía, y para enjuagarse los ojos vean: Viaje a ninguna Parte, Aguirre o la cólera de dios, 2.001 Odisea en el espacio, El sentido de la vida, Hasta donde los pies me lleven o La leyenda de la ciudad sin nombre. Total, una infinidad de lecturas y deberes cinematográficos o musicales de dudoso interés, la verdad. Mejor, olvida el escrutinio porque yo ya no lo borro.

Anexo
con frases lapidarias para arrojar con tino a algún desprevenido, patrocinado por Herraduras Pegaso, Rocinante & Babieca Envíos y Correos en el Tiempo. Tractores Pascualín, Polos de Limón Casquete, Autopistas del Fin del Mundo, Estaciones de Servicios Reondas & Bidé, Diario Mercurio, Ortopedias Maratón, Deportivas Botines y Tenis, Andadores y Cayados Efelesameros Barco del Arroz, Bazar Isla Barataria, Expendiduría de Frases S.L. y Atlas, Cartografías y Portulanos El Holandés Errante en Notas Amarillas Autoadhesivas Sociedad Finita.

El viajero, está seguro de que si llega, debe continuar.
Ir para llegar, no es viajar.
Vivir, perder el derrotero es lo habitual.
La duda, errar  y tropezar es tan natural como continuar.

                (Sírvase usted mismo).

Autor: ©Nemón El Ambulante.
Fotos: ©Markus Lieben.
1°-Acueducto de Noáin que llevaba agua desde el manantial de Subiza a Iruña. S. XVIII. Pamplona.
2°-Huellas en las abandonadas Salinas del Duque en Punta del Moral. Huelva.


P.D.
Mi reconocimiento expreso tienen las empresas cuyo mecenazgo han dado tinta a estas divagaciones ociosas, y les dono a fondo perdido mi gratitud, por el valor demostrado, a aquéllos que las han leído de balde através de las redes sociales de bajura.

©Nemón El Ambulante.