Yegüerizo en el pinar El Pastorcito,
de Nemo.
Fotografía: Markus Lieben.
Localización: Parque Nacional de Doñana. Almonte. Huelva.
Fondos para ver de lejos, de la Fundación Grisgrís, sita en La Ballena, Valle del Xerte, Mangurria. Iberia. Eurasia. Planeta Tierra. Sistema Solar. Vía Láctea, enfrente de Andrómeda y por encima de La Nube de Magallanes, vamos, a unos millardos en coche y a tiro de piedra de Cabezuela
¡Ésa luminaria de la Civilización Occidental! Patria chica y cuna de ilustres humanistas como El Torcas cuyo lema siempre fue "A tontas y a locas, aciertas, cuando te equivocas"; nacedero de Juanín el hijo de Juan el croqueta y de Juana la floja; acostadero de Calimero el mocho adúltero. Pueblo natal del licenciado Cabezuelo, el loco inventor del puente tuerto que usan aún en día para salvar el río Jerte; sin olvidar que fue el lugar de nacimiento de San Pesquerón de la Aldea que grabó sus ocurrencias en piedra o sobre rollos del río Jerte, -y en caracteres cirílicos para más inri-, como por ejemplo su famoso aforismo:
"Hacerle una pitera a un ballenato es pecado liviano, y por lo demás, gustoso"; o aquella otra máxima de, "Dame mozos sin seso y les pondré a sexar truchas y a medir pipiernos", y la edificante y lapidaria sentencia "Si quemamos a Judas, es por no quemar a algún ballenato leúdo".
Prócer de cabezuela ida, San Pesquerón de la Aldea, además de guía espiritual de no pocos cabezoleños rabúos antes de que se le fuera la olla, después se convirtió en un salta canchos en la Peña Negra y libertino amante de la Serrana de la Vera en el Lago de Jaraíz de la Vera, hasta finalmente acabar sus días como un San Sebastián en el pago del Campamento de Piornal, desnudo como un Cristo Descendido barroco, atado a un cerezo, y sajado por la faca de un arriero jerezano igual que una aceituna de verdeo preparada para el aliño.
Vida ejemplar con martirio incluido. Santón loco que conculcó todos los Mandamientos de la Ley de Dios que van del quinto al décimo y un cuarto de empeoramiento en los comprendidos del primero al cuarto. Ladrón, amante, bandido de los terrenos baldíos, pícaro y onanista mirón de señoritas a remojo en la Cascada del Caozo, y además escribidor en cirílico. Personaje rasputinesco con tantas aristas como un icosaedro de Arquímedes.
Nota para notables.
Traducción del cirílico al cabezueleño, y de éste a las lenguas vivas, muertas o moribundas por gentileza e industria de Ferdinando, que por lo demás resulta ser el más eminente exégeta de Nemo, amén de traductor de telenovelas turcas, copista de sudokus maníos, manijero del 104 los días de laburo y cruzcampero los de asueto.
Glosa de Cabezuela: Nemo.
Productor, sembrador de semillas artísticas: Rnesttatta Hammatta-Hammatta.
P.D. Obra para zum y dedo impúdico en fa sostenido, viola violeta, clarín, clarinete, un bajo de cuerdas flojas y un tipo bajete que le gusten los cochinillos al destete en El Majete.
Al grano, dale al zum si quieres ver algo, porque mira que es chiquinina la pintura de los cojones.
