sábado, 21 de noviembre de 2020

Serie: Norba Caesarina (y II). Contiene la Obertura Española de la Zarzuela de Esmeralda.


Tramo de muralla y la Torre de los Pozos que protejen la Cisterna de San Roque, y son parte del baluarte oriental que defiende el acceso sureste y el angosto cauce del río.
Han leído bien, del río, lo digo por los que habiendo visitado Cáceres, después suelen manifestarse con lástima de que no tenga río; incluso sus actuales habitantes se creen huérfanos de río. Y sin embargo, a los pies del escarpe que guarda la muralla y la torre de la fotografía, discurre, escuálido de aguas, es verdad, la Ribera del Marco, un río. Un pedazo de río que la ciudad perdió hace ya mucho tiempo. Hablando de tiempo, hace no tanto, y durante siglos el Marco movía molinos de aceite, harineros, incluso de chocolate, de éstos, cinco llegó a tener según cuentan. ¿Cómo te has quedado, eh? Es más, había batanes que se movían con sus aguas, tenerías para el tinte de textiles, acequias que regaban en sus márgenes fértiles huertas, lavaderos de ropa, varios, y uno de lana merina. La sobreexplotación que ha sufrido el acuífero del Calerizo hilacha su curso en pespuntes de charcos temerosos de ser vistos por sus avaros bebedores.

Construcción almohade siglo XII sobre sillares romanos.
                                Cáceres.





                          ¿Villa florentina?
                          Podrías afirmarlo.
                          No. Casa Pradilla.
                                 Cáceres.





        Minimalismo arquitectónico cacereño.
                La perfección de lo simple.
                  La belleza de lo ordinario.
        
      Si encuentras este rincón has llegado al           alma de este pueblo. Conten la respiración
   un momento: lo excepcional es lo ordinario.

                                Cáceres.





                              Calle Caleros.

Extramuros, la calle Caleros es la yugular de esta villa que la conecta con La Montaña. Tiene alma de arrabal viejo esta rúa. Del gremio de caleros tomó su nombre. Oculta hoy, su pasado fabril y artesano. Ahora rezuma serenidad viaria de haber aceptado la transformación como parte de su historia. Marcan su fisonomía fachadas humildes vestidas de blanco, con zócalos altos. Discurre lo cotidiano en silencio por ella, y sus vecinos, atentos al tajo, andan y desandan. Y si llueven piedras, aquí como en ningún otro sitio, saben convertirlas en lienzos de cal blanca que como sábanas cubren sus casas de la calle Caleros.

Cáceres.





        Puerta romana del recinto amurallado.
                                 Siglo I.
Doble arco de medio punto, oblícuos ambos y de sillares genuinamente romanos, --igual que el churrigueresco Arco de la Estrella, es sesgado. Se diría que el sesgo es una seña de identidad de los cacereños--.
Cara exterior. Por ella entraba en Norba Caerasarina la calzada conocida como Vía Lata o Vía de la Plata procedente de Augusta Emerita, y a partir del arco interior daba comienzo el cardo romano que cruzaba la ciudad.

Cáceres.





                Horcajo quebrado de calles.

                               Cáceres.





               Rincón de opereta en el moral.

OBERTURA ESPAÑOLA.
--Adagio-Allegro-Troppo imprevedibile--.

Me parece imaginar --y si a usted aún le queda fantasía, imaginación y curiosidad, también puede hacer este ejercicio--, digo que me parece ver bajando la escalera a la cuarterona Esmeralda Heredia, cadencia rítmica de peteneras en el descenso, mano derecha en el cuadril, mirada al tendido doméstico del moral, tez morena y ojos raciales de pintura de Julio Romero de Torres. Remangada, y lucida con un mandil de rojas sandías, joven, bella, sonrisa recién pintada de carmín y continentes ignotos, aún por descubrir. Veo a su padre Raimundo, de profesión tísico, que toma el sol mañanero sentado en el banco, tiene pose de cardenal camarlengo en sede vacante, apoyadas las manos en el asa corvo de su cayado de pastor de almas. Se oye de fondo la voz gritona de Bernarda, la madre de Esmeralda, paya arrabalera y algo rabúa, lista como ella sola, que llama repetidamente a uno de sus churumbeles, al más pequeño, Benjamín,
--¡Beni, Beeeni, cojona!...¡Beeeni ve acá pa'acá, zalandrán...te voy a entender yo, canalla!-- Se escucha en el corral del moral, y todos los actores del cuadro de apertura de esta zarzuela sonríen, saben que el chiquillo se habrá vuelto a esconder para no ir a la escuela. También se ve a un acemilero, ahí está, es Israel --lo ven a la derecha de la corraliza, yo perfectamente-- el mozo de mulas barbilampiño apareja a Verónima y Revenía, las dos mulas luceras con los que se gana la vida. Trae y lleva el sionista de nombre, cántaros de aceite, de leche, aceitunas, paja, ladrillos, higos, castañas, sacos de cal, de piedra calera, lo que se tercie, ahora, le esperan en la Carbonería del Moreno en Camino Llano para llevar unos sacos de picón a casa de un capitán de fusileros que vive y fusila tórtolas, palomas y conejos junto a la plaza de toros que ya es dehesa del municipio, tras el esquileo de la desamortización de Mendizábal. Todos lo saben: Israel se muere por los huesos de Esmeralda, y los de ella, de risa se mueven. En una de las ventanas, doña Paca, la vecina viuda, canta y riega, riega y canta --¿verdad que la escuchas y la ves?-- Vierte agua de la Fuente del Concejo en las macetas, repletas éstas de geranios multicolores y claveles rojo puñalá. Entona una copla la oronda viudona --que es cómo la conoce el vecindario, la viudona--. Es coplera, y hoy, entona a capela con arte de corrala y aire de prima donna, Lola la Piconera. Todos la oyen --el público también, no me digas que tú no, serás el único-- Y entrando en escena por el proscenio, Bienvenido de Briz, Bienve. Llega apretado y tieso, embutido en el uniforme de soldado recién planchado por su tía Luci, charreteras gualdas de flequillo corto, gorra con penacho, correajes en blanco, pechera con su constelación de botones dorados, botas granaderas, patillas de hacha bien afiladas y braceo marcial, pecho alto de palomo buchón y mirada de farero de Finisterre. Pretende a Esmeralda. Israel le mira de reojo y musita una retahíla in crescendo, con su voz de barítono, luego, se oyen las primeras notas de piano que salpican la espectación y el silencio que siempre antecede a los comenzares, e Israel, eso, comienza a cantar "Espanya" del maestro Simón Kualo, trastea en el foso una vihuela melancólica y vocea el hijo de Abraham la letra agorística, ladina, senecista y testamentaria.
Tras la pieza judeoespañola, con letra en ladino, da comienzo el Acto Primero.

ACTO PRIMERO
............................................................................

"Zarzuela de Esmeralda la de la Judería Vieja"

Libreto: Nemo.


"Amigo, fraguas kastiyos y no kuçiyos".  

                      Nemonio del Xerte.





La puerta te dice quién eres, de dónde vienes.






La vida, aquí, pasa como hace siglos, mejor,  los siglos pasan y la vida sigue aquí.
El devenir dimanante de generaciones gastan su existencia sin escatimar su tiempo como si fuera eterno, y el espacio se vacía, se llena, en un continuo vaivén de vidas, de épocas, de siglos. 

Cáceres.





                          Calleja del moral.

                                 Cáceres.





De las cuatro puertas romanas que cerraban la muralla de Norba Caerasarina, sólo queda una, ésta que ves, la Puerta del Río o Arco del Cristo. Problablemente, por ella accedía la calzada de la Vía de la Plata desde el sureste al recinto defensivo y amurallado.
Siglos después, vio pasar por su ojo de cíclope pétreo, hebreos que trajinaban en el gueto de la Judería Vieja.
Hoy, el apacible barrio de San Antonio se mira en la pátina etérea de la vacuidad de la puerta abierta, desconocida, ignorada, descarnada de mortero, eviscerada en canal por el tiempo, parte de un callejero desierto, umbrío y quebrado y remendado y cosido mil veces, por ejemplo: sobre los cimientos de la sinagoga mandada derruir se alza hoy la ermita de San Antonio.

Cáceres.




               Rincones de la judería vieja.
A partir de una orden real, en el siglo XV, previa a la expulsión de judíos de 1492 sus habitantes hebreos fueron obligados a trasladarse a la Judería Nueva que se ubicó en los alrededores de la Plaza Mayor.

Cáceres.






        Farol a la luz mediada de septiembre.

                               Cáceres.





    Lienzo de la muralla almohade de Cáceres.                                     Siglo XIII.

                                  Cáceres.





Costillas pétreas del callejero medieval cacereño, con la clavícula de la Iglesia que levanta el brazo.

Cáceres.





      Escala y costado del joyero de señoritas.
                  Palacio Luisa de Carvajal.
Tiene un rostro desnudo, áspero y surrealista                               esta fachada.

                               Cáceres.




                              Pasaje noble.

                                  Cáceres.





   El sol esboza con sombras, sobre el lienzo                       tapial, la muralla renacida.

                                Cáceres.



 

     Callejuelas de la judería vieja de Cáceres.






          Guayasamín sostiene a El Brocense.

                                  Cáceres.






                          La Torre y la luna.

                                  Cáceres.


Fotografías: Markus Lieben.
"Obertura española de la Zarzuela de Esmeralda"    de Nemo.
Tiestos: Nemo.
Serie: Norba Casaerina (II).
Localización: Cáceres.



domingo, 15 de noviembre de 2020

Bailarina.




Dibujo: Nemo.
Carboncillo, y rotulador del 104.
Fotografía: Markus Lieben.

Versión nemótica del original dibujo titulado "Estudio de bailarina española" que realizó en 1920 Ferdinad Hodler.


miércoles, 11 de noviembre de 2020

Él.


Treinta y seis años después, él te vigila. Sabe de ti por el último Informe Periódico de Querencia pergeñado por el todopoderoso Ministerio de la Fe y la Delación, donde queda reseñado tu desapego y por lo tanto, tu violación de la Primera Ley Suprema, y desde ya, su inquisitiva pupila te escudriña; tu propio móvil, tu piedra Roxetta, registra para él todo lo que haces y lo que ya no. La Comisión Examinadora de Pureza a través de su Instrumental de Información te monitorizará ahora y para siempre. Abre los ojos.

El Ministerio de la Adoración tiene abierto tu Expediente de Desamor, y te urge a volver a sentir amor ciego e irracional hacia él.

Desde el Ministerio de la Verdad Verdadera y Duradera han decidido tu autoconfinamiento en la seguridad de que tras 600 telediarios y unos Ejercicios de Afección Obligatorios tus dudas, tu flaqueza, el neonato sentido crítico, se agosten, y la firmeza de convicción, los ideales grandes como planetas y la fe inquebrantable en él se tornen nuevamente marmóreos, hasta el punto de ofertar tú mismo tu envilecida existencia en mor de la colectividad, y sobre todo, por él. En caso contrario, tu Suicidio Asistido será inevitable y retransmitido al orbe por los 2.333 medios autorizados magnanimente por el Ente Único.

La última campaña "Todo el mundo es sospechoso" impulsada por el Ministerio de la Armonía garantiza una larga y cruenta guerra, y pandemias, y catástrofes naturales, lo que haga falta, para asegurar, por lo menos, otros dieciséis años más de Homeóstasis Caótico. Son buenas noticias para el mundo en el que todos creen, y él se regozija con las cifras de muertos de miedo, también con las de muertos en la Guerra Interminable del Frente Planetario. Así se alimenta esta sierpe: miedo feroz, paralizante y absoluto, y, aniquilación violenta de los disonantes.

En su infinita misericordia, el Ministerio de la Abundancia, como recompensa, te proporcionará una existencia mísera, estabulada, sin un miaja más allá de lo necesario, para alcanzar así la Suma Subsistencia, mayor grado de Perfección Ideológica que te proporcionará pobreza suficiente para despreciarte a ti mismo y amputarte el arbitrio, tu peor enemigo.

Tú, cree totalitariamente en él, nada más. Él es tu principio, el todo, el fin. Tu final es él.



                         Dibujo: Él de Nemo.
                   Fotografía: Markus Lieben.
                               Texto: Nemo
                              Tiesto: Nemo.

      Libro inspirador: 1984 de George Orwell.
     

domingo, 8 de noviembre de 2020

Sal marina. Contiene un fragmento de "El aguador y el gato" (II).


                                   Paseo.




       Atardecer sobre la desembocadura del              Guadiana, y como horizonte, de perfil, el                               Algarve portugués.




          ¿Dónde está Pamela A. y David H.?
                     Ya oigo la sintonía...





"...tras unos ráfagas de viento fuerte, Suso, el niño de Chari la arrancajaras, a punto estuvo de perder el equilibrio. Puesta allí la criatura por su tío Espabila, de pila, Manolo Espabila. Como un cormorán está, en la escollera de Alcaraván, para dar el agua con un móvil de usar y ahogar. Trastabilló el niño otra vez sobre las rocas, y para hurtar vela de impermeable al viento, se acurrucó como un cangrejo de estero entre los pedruscos que bloquean el oleaje de este mar  empecinado en abrir el caño perdido, mejor dicho, robado, por un señor del ladrillo. El cielo tormentoso y cerrado de nubes, comenzó a abrirse en una especie de ojo de luz por donde unos pioneros rayos de sol le dieron misterio a la aparición, justo en la porción de mar que iluminaron, de una lancha rápida que rompe su lumbre plateada a toda velocidad,  lleva hasta los topes fardos pardos de farlopa y hachís. Destino: caños de La Punta.
En ese preciso momento, el cabo Águila y el número Pozuelo se fuman un pito mirando para Cuenca --esto, exactamente esto les dijo Luciano el guadaña que hicieran--; así que, aparcados y apoyados sobre el capó del viejo Patrol benemérito, --con su agujero reglamentario junto a los pedales, mal disimulado por las alfombrillas--, fuman y esperan. Piensa ahora el cabo en el frío, que todos los invierno, se les cuela por el agujero, y que obliga a todo quisqui a llevar la calefacción casi siempre puesta, con la consiguiente modorra en las patrullas, o dolor de cabeza, en el peor de los casos. Al vehículo le deben desde hace tiempo una ITV, que el Ministro de Interiores y Feng Shui considera fútil, mientras él y su ralea política estrenan este año autos oficiales, blindados, no marca Acme, no, Audi Tropecientos Luxury, a elegir entre la gama superior de la marca de los anillos.
La pareja de agentes está en la última rotonda de Costa Usuri-a. Donde están, sólo se ve la calle trazada y asfaltada, las aceras de losetas sueltas, bailaoras, y focos de alumbrado descatalogados, parpadeantes y feos de cojones, por cierto; no hay casas, las parcelas de tierra están apenas marcadas, y son solares pedregosos llenos de cardos y malas yerbas. Callaos de inmobiliaria. Miran los dos, abstaídos y silenciosos, desde la cornisa de la sierra hacia el otro lado de la frontera, ven abajo, el río a rebosar de agua por la pleamar, repta el Guadiana perezoso hacia la desembocadura. Luego, Teo Águila, tratando de distraerse, se fija en el Puente Internacional que hace de trabilla con tirantes entre España y Portugal, un poco más allá, Montegordo coronado por su achaparrado castillo, y derramado junto a la orilla, el caserío de Villareal de Santo Antonio repleto a aquellas horas de españolas nerviosas comprando en su infinidad de tiendas: toallas de cabo doble, cien por cien algodón de alta densidad, o sábanas de hilo egipcio, por supuesto hechas en Mataró.
A ambos agentes les pesa el tenso silencio que les crece alrededor, y exhalan a dos bocas, fumarolas de humo que aromatizan su miedo. Saben lo que sucede en ese instante en los solitarios esteros de las Salinas del Duque.
Un pensamiento llegado de hace tiempo inquieta al cabo: justo donde están parados, hace cosa de un año, les tocó levantar el cadáver de Santi, el hijo de la Secretaria del Ayuntamiento y de Bernardo, el taxista; le habían dejado hecho un guiñapo: tenía dos tiros a bocajarro por la espalda, estaba maniatado y por si fuera poco le había desmadejado atropellándole.
Total: Piedramacce Atlético 1- Santi FC 0.
Este recuerdo desasosiega su ánimo. Gira en silencio la vista el oficial chusquero y se encuentra con la mirada algo desvalida de Pozuelo, al que, sin romper el mutismo arrea un palmazo en la espalda, a fin de infundirle valor. Después, trata de ocultar sus propios nervios, cambia de posición, mira el reloj y se asoma, desde la cuneta, a la depresión que se abre a sus pies.
Al final, no ha podido evitar un mal presentimiento. --¡joder-- exclama, y a continuación, pisa la colilla ya calentorra.

Nemo.

Fragmento (II) de "El aguador y el gato".
Fragmento (I) publicado en este mismo blog el 2 de enero de 2.019.

                                                     --Continuará--.




                                        %
                 Un tanto porciento, de arena.





    Hace morritos la boya al retirarse la marea.





                       Mañana de reyerta.
Dos mariscadores se han citado al primer sol para ventilar aquello: hay una deuda de cartas y por si fuera poco, el honor sajado de Mingo en los asientos del coche de segunda mano de su compadre Pollo. Esa mañana huele a marina, a alga podrida. Suena en el cercano  chiringuito Bombadill "Relax, take It easy" de Mika. Traición entre amigos. Novia a cuatro manos y tres deseos. Mingo, Viti el pollo y Lupe.
Sal de saliva y lágrimas salobres en la marina.





               Bauprés con su verga ciega.
-Perteneciente a la réplica de la Nao Victoria, primera nave en completar la vuelta al mundo-.



Fotografías: Markus Lieben.
Tiestos: Nemo.
"El aguador y el gato" de Nemo.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Suspiro quedo.


Suspiro quedo.

Y yo, así puesto
frente al añil y el gris
subjuntivo
ausente como tu aliento
es cuando más te ansío
si eres recuerdo
anhelo
y no verdad
de mi suspiro quedo.
 
                     Nemo.

Poenema para un solo de viento.


Pintura: Solo, frente al mar, el viento, de Nemo.
                    
                                 *  *  *